En Gudog tenemos la certeza de que no hay mejor experiencia que compartir la vida con un perrete. También somos conscientes de que el estilo de vida actual nos impide estar las 24 horas del día, los 365 días del año junto a ellos. A veces por trabajo, vacaciones en las que no podemos llevárnoslo, viajes en avión, actos en que no está permitido acudir con tu peludo o simplemente situaciones que no son cómodas para ellos.

Es una realidad que en algún momento de nuestra vida necesitaremos de alguien que cuide de nuestros amigos de cuatro patas.

El número de residencias caninas en España ha crecido de manera muy rápida en los últimos años de forma incontrolada. No hay mas que hacer una simple búsqueda en Internet para darnos cuenta de la fuerte competencia de centros con cheniles que se dedican a alojar canes, en condiciones, que a nuestros ojos son muy cuestionables.

Lo que está claro es que para un perro no es fácil separarse de su humano. Este tipo de situación genera una dosis de estrés en ellos que podríamos llamar normal.

¿Qué es el estrés en un perro?

El estrés no es más que una reacción fisiológica natural en situaciones en que es necesaria una respuesta del individuo de mayor intensidad a lo normal. En dosis normales es inofensivo y necesario para vivir, pero puede convertirse en un serio problema cuando se vuelve algo constante en nuestro día a día.

Que levante la mano quien no lo haya padecido en algún momento: un horario laboral frenético, exámenes, una interminable retención de tráfico o jefes demasiado exigentes. Todo este tipo de situaciones, entre muchas otras, pueden provocar en el humano estrés, y curiosamente no nos resulta difícil reconocer sus síntomas como son los dolores de cabeza, problemas gástricos, tensión muscular, etc.

Pues nuestros amigos los peludos también disponen de este sistema para gestionar situaciones que exigen sobresfuerzo y por ello también padecen de problemas de estrés. Es muy importante que aprendamos a observarles para distinguir los síntomas que causa en ellos y ayudarles a evitar problemas mayores.

¿Cómo puedes reconocer el estrés en tu perro?

Cuando un perro tiene estrés suele manifestarlo con ciertos comportamientos que ahora enumeraremos, pero es preciso siempre tener en cuenta el contexto de la situación, y descartar aquellos que se dan debido a cuestiones físicas, como puede ser el calor, ejercicio, problemas alérgicos, etc.

Estos comportamientos pueden ser: bostezar, lamerse el belfo rápidamente, sacudirse, jadear, salivar, rascarse, hiperactividad

Curiosamente, navegando por Youtube hemos encontrado un vídeo que grabó un trabajador de una residencia canina en Estados Unidos, a un gran número de perros. Aunque el fin no es mostrar este tipo de comportamientos, nosotros pudimos darnos cuenta que se repetían mucho. ¿Y tú? ¿Eres capaz de distinguirlos?

Estas manifestaciones pueden agravarse cuando la situación que les provoca estrés no desaparece, llegando a desencadenar peligrosas reacciones agresivas por miedo ante cosas tan normales como ruidos, extraños, objetos, etc. Por otro lado, también el sistema inmune puede verse afectado, así como la capacidad de aprendizaje o incluso sus ciclos de sueño.

¿Por qué las residencias caninas generan estrés?

Para entender por qué las residencias caninas provocan estrés a nuestro perro, tenemos que tener en cuenta qué necesidades, como perros que son, tienen nuestros compañeros. Para ello, además remontarnos al lobo, ya que como antecesor, ha transmitido una gran carga genética a éstos.

  • Los perros, dejando a un lado su raza, son animales cazadores. Algunos desarrollarán mas instinto de caza que otros pero todos llevan ese componente en sus genes. Un aspecto característico del instinto de caza es la protección de recursos que, aunque no todos manifiestan, puede generar conflictos con el resto. Es muy típico ver en los parques, zonas caninas u otro tipos de recintos peleas por una pelota, juguete o chuche. En las zonas comunes de las residencias caninas suelen interactuar, durante grandes periodos de tiempo, un gran número de perros con diferentes carácteres y educación. Para un perrete tener que estar constantemente en alerta por este tipo de situaciones es muy estresante.
  • Como el lobo, el perro es un animal social, necesita relacionarse con otros para poder sobrevivir. Con la domesticación, el humano se ha convertido en su compañero inseparable y necesita de ese contacto diario. Uno de los grandes problemas más comunes hoy en día, es la conocida ansiedad por separación, en el fondo es un ejemplo de ello. En una residencia canina, el contacto que tienen con humanos es mínimo ya que el tiempo que pueda pasar un cuidador con él dependerá del número de perros que haya, cuidadores o la temporada que sea.
  • Los peludos además, necesitan ciertas rutinas en su vida para sentirse seguros y no tener que estar a la expectativa de posibles cambios que alteren su vida. Sus horas de comida, sueño, paseos, etc. Algo que sólo es posible mantener cuando tienes a una persona exclusivamente cuidando de ellos.
  • Por otra parte, un perro adulto necesita dormir unas 14 horas diarias para poder descansar, algo que es vital para su salud física y mental. Además es muy importante que disponga siempre de lo que necesite en un lugar donde no sea molestado.  ¿Os podéis imaginar el ruido constante, debido a los ladridos, al que se ven sometidos en las residencias? La mayoría no han sido acostumbrados antes, progresivamente a los cheniles y por ello no paran del ladrar, se trata del típico ladrido por frustración. Esto hace del recinto, el sitio donde se supone que deben descansar, un lugar poco tranquilo y recomendable para dormir.
  • Falta de paseos enriquecedores. Por mucho espacio que tengan las residencias caninas para el uso común de los canes y que se relacionen sueltos, debemos tener en cuenta que además necesitan pasear y olfatear en lugares nuevos. Un perro con una rica estimulación olfativa es un perro más equilibrado. Al fin y al cabo, de una u otra forma, casi todos nuestros perretes tienen una particularidad o necesidad específica. Quizá una medicación, un pienso especial porque es alérgico, un conflicto con algunas razas…En la mayoría de residencias caninas, la posibilidad de dar cuidados a medida para aquellos que tienen necesidades específicas es mínima.

En Gudog compartimos nuestra vida con estos peludos también, y por ello nuestro objetivo es poder ofrecer una solución que satisfaga las necesidades de ambos, tanto propietarios como canes. Estamos convencidos de que para ello es necesario estar muy pendientes no sólo de sus necesidades físicas sino también etológicas, intentando reducir al máximo la carga de estrés.

Cuanto tengas que dejar a tu amigo de cuatro patas con alguien que lo cuide, no lo dudes. Entra en Gudog y reserva al cuidador perfecto para él.

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