El “pequeño” Mordor

Queremos que conozcáis a Mordor, un “pequeñín” muy especial que ha pasado diez días con uno de nuestros cuidadores: Luís Miguel.

Mordor es un mastín napolitano de cinco años, y es el claro ejemplo de que a veces, las apariencias engañan.

Cuando su propietaria contactó con nosotros y nos dijo que en las residencias caninas no admitían a Mordor por su tamaño y por ser considerada una raza “potencialmente peligrosa”, le pedimos que nos contase más acerca de él.

Alicia, su propietaria, le describió como un perro muy bueno y cariñoso que siempre está pidiendo mimos, y al que le encanta jugar con perros pequeños pero al que los perros grandes le intimidan. Tenía miedo de dejar a su perro con cualquiera ya que para ella, Mordor es como un hijo.

En ese momento supimos que este era un caso para Luís Miguel, The Dogfather, uno de nuestros cuidadores.

Luís Miguel es educador canino profesional, ofrece el ejercicio que cada perro necesita y además cuenta con unas amplias instalaciones en su casa donde Mordor sabíamos, no se sentiría encerrado.

¿Cómo han sido estos diez días juntos, Luís Miguel?

Para empezar, decir que me lo he pasado genial y que de verdad le voy a echar de menos. Hemos congeniado muy bien (mis amigos dicen que nos parecemos en tamaño y personalidad) y hemos pasado unos días muy buenos. He hecho un amigo.

Nada mas levantarnos paseábamos un ratito para que hiciese sus cositas. ¿El resto de la mañana? Se la pasaba durmiendo (y roncando) al solecito mientras yo estaba estudiando.

Después salíamos al jardín a jugar con la pelota. Pensaba que le gustaba mucho dormir pero la pelota… está enamorado de ella. Eso sí, es muy obediente y no tienes ningún problema para quitarsela de la boca y escondérsela hasta que le des la orden de ir a buscarla.

He intentado juntarle con mis gatas y el resultado es que es el perro mas bueno del mundo. Él tan tranquilo mientras las gatas estaban rondando cerca de él. De vez en cuando se levantaba para ir a jugar con ellas pero claro, con ese tamaño, mis gatas decían que ¡tururu!

Sí es verdad que es un poco “perro” para los paseos. El primer día que fui a darle un buen paseo cuando me quise dar cuenta estaba parado unos cuantos metros detrás de mí, mirándome con una cara que parecía decir: – Este tío está loco. ¿A dónde vas tan lejos?-. Así que me tuve que dar la vuelta y volver a casa. El resto de los días conseguí hacerle andar un poquito más”.

Esperamos que os haya gustado conocer la historia de Mordor. Es un claro ejemplo de que siempre hay alguien capacitado para cuidar de vuestro perro, sea cual sea su forma de ser, tamaño o raza. Y toda esa gente capacitada para hacerlo… ¡está en Gudog!

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