En Nueva Zelanda se está llevando a cabo una iniciativa para demostrar la inteligencia de los perros con el fin de promover sus adopciones: enseñarles a conducir.
Con una serie de comandos, el perro es capaz de aprender a acelerar, girar y cambiar de marcha.
La iniciación al programa se lleva a cabo dentro del aula, y tras un entrenamiento con clicker comienzan a relacionar cada comando con su función. Cuando los perros están listos…¡comienzan sus clases prácticas!
El perro-alumno del vídeo es Monthy. Hace seis meses, sus dueños le dieron por perdido porque era demasiado difícil de controlar, pero este equipo de adiestradores ha conseguido hacerles ver lo que su perro puede llegar a aprender dedicándole tiempo y paciencia.
El próximo lunes, tres de sus perros-alumno harán una demostración de sus habilidades al volante en un programa televisivo local. ¡Esperamos poder mostrároslo!
¿No sería genial que nuestro perro nos fuese a buscar al trabajo en coche cada tarde?